Por Lolo Morales González* (Exalumno XXVII Promoción de Bachilleres IPD
- 1969)
Contexto histórico político y social
Con el auge del cultivo del café en
Nicaragua en 1847 ocurrieron los primeros incentivos del rubro de exportación
que sería una no de los ejes más importantes para el desarrollo económico
social de Nicaragua. Fue don Fruto Chamorro, último Jefe de Estado
y Primer Presidente de Nicaragua quien sometió a las Cámaras legislativas de
Nicaragua un Proyecto de Ley para incentivar masivamente el cultivo del grano
de oro en nuestro país. En el mes de Agosto de 1847 fue promulgada la primera
Ley de incentivos a la caficultura nicaragüense que decía que por cada
plantación de café de por lo menos 2,000 plantas estaba exenta de todos los
derechos aduaneros e impuestos con respecto a su producción, mientras que los
dueños y trabajadores eran exentos de todos los servicios militares por tiempo
de 6 años. Además de las leyes mencionadas fueron exentos todos los inmigrantes
por un periodo de 20 años de todos los monopolios y de impuestos a pagar al
estado y recibieron bajo ciertas condiciones tierras gratuitas por parte del
gobierno. Este fue el arranque más grande en la historia del desarrollo
económico de Nicaragua que jamás se le dio a cultivo alguno. El desarrollo de
la caficultura sentó las bases para el desarrollo social y económico de la
modernización de Nicaragua en todos los campos de su vida como nación,
política, económica, social y cultural
Desde 1847 hasta 1947, el siglo de oro del café en
Nicaragua
Después de haber arrancado la
fiebre del café, tres departamentos fueron los que más se destacaron en la
carrera por el desarrollo de la caficultura debido a su clima y ubicación
geografía, óptimas para el cultivo del café, Matagalpa, Carazo y Granada,
siendo los dos primeros con la llegada de los inmigrantes europeos que veían
con buenos ojos una esperanza de nueva vida lo que mayor empuje le dieron a la
caficultura. Europa estaba en guerra y empobrecida. El continente americano
prometía mejores oportunidades de vida, trabajo y prosperidad en paz. Los incentivos
a la caficultura en Nicaragua eran muy atractivos, y luego comenzaron venir alemanes,
franceses, italianos, españoles etc. a nuestras tierras a asentarse en los
departamentos de Matagalpa, Jinotega y Carazo y algunos en Granada con la gran
esperanza de desarrollarse en el negocio del café.
Porque en Carazo, porqué en Diriamba nació la idea el
IPD
Durante la primera mitad del siglo XX, el café
en Nicaragua era el principal producto de exportación del país. En el
departamento de Carazo, un grupo de acaudaladas familias se habían enriquecido bajo
la sombra del cultivo del café, de tal manera que tuvieron la visión de educar
a sus hijos en un centro educativo que llenaran los estándares de calidad de los
colegios europeos de elite, y fue con esa idea que un grupo de magnates cafetaleros
de la pujante ciudad caraceña de Diriamba con el apoyo del gobierno liberal de la época, se reunió para darle vueltas al
asunto y poner sobre la mesa la idea de establecer un colegio con los más altos
estándares de calidad educacional primaria y secundaria que existiera no solo a
nivel departamental sino a nivel nacional y regional, y fue así como nació la
idea de fundar lo que fuera el coloso de
la educación primaria y secundaria nicaragüense; el Instituto Pedagógico de
Diriamba.
El foco principal de las
familias diriambinas era darles a sus hijos una educación de alta calidad que
no existía en ese tiempo en Nicaragua, y que solo se impartía en las
principales ciudades europeas y en los Estados Unidos. Los padres de familias
acaudaladas querían tener consigo a sus hijos en Nicaragua con una educación de
calidad sin tener que enviarlos desde muy niños lejos de su tutela hacia países
lejanos. Ya estos muchachos formados aquí, podrían luego enviarlos, ya hombres
de carácter formado, a estudiar sus estudios superiores a otros países con una
base sólida y una educación básica de primera clase.
Introducción
Existió una vez lo que se llamó el
Coloso de la Educación de Nicaragua: El Instituto Pedagógico de Diriamba (1940
-1973). Fue durante la Administración del General Anastasio Somoza García en el
año 1939 fue fundado por la sociedad progresista de Diriamba la que
conjuntamente con los Hermanos Cristianos de La Salle y con el apoyo decidido
del gobierno liberal de ese entonces. El Colegio llegó a ser el mejor colegio
de Centroamérica hasta el día que se rindió ante los embates de un terremoto en
el año 1973.
Hace 73 años el 15
de Mayo de 1940 inauguró sus labores educativas el Instituto Pedagógico de
Diriamba en su nuevo y flamante establecimiento docente privado, llamado así
por sus condiciones y ventajas de ser el mejor centro educativo de Nicaragua.
Fundado por la «Sociedad Esfuerzo Educacional Privado de
Nicaragua» y regentado por los
Hermanos de las Escuelas Cristianas, fue saludado por la opinión pública de la
época con muestras de marcada simpatía y admiración. Las solicitudes de
ingresos de los internos de todos los departamentos del país y de algunos
países centroamericanos, revelaron su grandeza y porvenir.
En esta breve reseña
trataré de dar unas pinceladas históricas de este magnífico colegio, para que la
ciudadanía nicaragüense, pero especialmente todos los ex-alumnos y todos sus
descendientes se gocen de lo que fue el mejor colegio privado del país.
La Sociedad Esfuerzo Educacional Privado de Diriamba, fueron los
Fundadores del Instituto Pedagógico de Diriamba en el año 1939
Hace 73 años se
cristalizó mediante solemne escritura pública la idea grandiosa de unos pocos
hombres de visión de constituirse en sociedad, ya no mercantilista, sino
educacional, sin fines de lucro.Nada más insólito en
nuestro ambiente monetizado y egoísta, donde todo se mueve alrededor del dólar,
donde todo se aprecia a través del mismo opaco cristal. Casi todos los
conocedores del noble propósito lo aplaudieron, cuando menos por cumplimiento;
como siempre los más envidiosos y cortos de espíritu pusieron cortapisas o
negaron su realización, y solo los menos, los más nobles y decididos, arrimaron
el hombro para sobrellevar la carga de tan pesada y arriesgada como noble
empresa.
No es para todos el
oro, ni para todos el mérito, pues lo primero es escaso y contados los
valientes. No era para todos apreciar la magnitud y la trascendencia de la
empresa y, menos aún, el acometer su realización con la envergadura que tuvo el
Coloso de la Educación en Nicaragua. “¡Cosas de locos!”, decían, decía unos al
conocer los proyectos que calificaban de desmesurados y producto de entusiasmos
inconscientes. Mas, frente a los
apocados y errados calculadores, surgieron arriesgados y decididos idealistas
que se dieron al trabajo en aras del más sano patriotismo, poniendo siempre
como meta la victoria. No es que se hicieran ilusiones; vislumbrando
contratiempos, quizá no tan abultados como resultaron en realidad, pero se
dijeron: “Luchemos por el bien de nuestros hijos, por la gloria de Nicaragua;
lo que cuesta vale, y lo que vale se impone”.
Que no erraron en
sus cálculos, que el amor filial y el verdadero patriotismo son resortes de
excepcional eficacia, nos lo confirman los hechos: Surgió la «Sociedad Esfuerzo
Educacional Privado de Diriamba», inicio sus labores, si se quiere, de modo muy
modesto, su primea sede fue donde fue el Club Social de Diriamba y actualmente
es una casa de cultura, la Sociedad fue convirtiendo en obras lo que para
muchos no pasaba de sueños, y al paso decisivo del tiempo al terminar el primer
lustro, se erguía majestuosamente al cumplir su quinto aniversario el flamante
edificio de su Instituto Pedagógico de Diriamba, y lanzaba a la sociedad
nicaragüense al mismo tiempo su Primera promoción de Bachilleres IPD. Lo alcanzado por la
Sociedad fundadora del IPD a beneficio del país y de Centroamérica. Fue el más
prometedor augurio de la cabal realización de su ideal y el mejor de los
reclamos que hacerse pueda a los prudentemente desprendidos corazones.
No puedo dejar sin
nombrar a esos nobles ciudadanos progresistas socios fundadores de la «Sociedad
Esfuerzo Educacional Privado de Diriamba» y de su Junta Directiva.
Miembros fundadores
de la Sociedad Esfuerzo Educacional Privado de Diriamba
Fueron sus
fundadores: Don Ramón Ernesto González, Dr. Buenaventura Rappaccioli, Don
Guillermo Briceño, Don Alejandro Alemán, Don Francisco Artola, Don Antonio
Alemán, Don Leopoldo Serrano, Don Ignacio Baltodano Parrales, Dr. Alejandro
Castro, Don Manuel Antonio Gutiérrez, Don Roberto Conti, Don Matilde García,
Dr. Carlos Alberto Bendaña, Don juan Ignacio Gutiérrez, Don Nemesio García, Don
Cecilio Gutiérrez, Don Vicente Rufino Mendieta, Don Joel Gutiérrez, Don Horacio
Rappaccioli, Don Jorge Artola, Don Francisco Alemán, Don Joaquín Gutiérrez, Don
Benjamín Gutiérrez, Don Melisandro González, Don Alfonso Zeledón, Dr. Alejandro
Ignacio González, Don Reinaldo Lacayo, Don Antonio Quintanilla, Don Marco
Antonio González Solórzano, Dr. Fernando Faustino Silva, Don José Ramón
Quintanilla H., Don Rodolfo Mendieta Gutiérrez, Dr. Isidro López García, Don
José Dolores González, Don José Ramón García Román, Don Pedro Casanova Falla,
Don Constantino Briceño, y Don Moisés Baltodano Parrales.
Junta Directiva
Don Ramón Ernesto González –Presidente
Dr. Buenaventura Rappaccioli Asenjo– Vicepresidente
Don Ramón Quintanilla – Secretario
Don Alejandro Alemán – Tesorero
Hermano Eulogio – Vice Tesorero
Don Horacio Rappaccioli Asenjo – Vocal
Dr. Alejandro Castro – Vocal
Don Moisés Baltodano - Vocal
A todos estos señores ilustres, verdaderos
patricios como buenos cumplidores del deber educacional de sus hijos y de sus
semejantes, va nuestra palabra de encomio y gratitud, seguros de que esa
manifestación de patriotismo la rubrican todos los buenos nicaragüenses que
recuerdan la noble gesta educacional que fue gloria para toda Nicaragua y
Centroamérica, el Instituto Pedagógico de Diriamba 1939-1974.
El edificio del
Colegio
Estaba compuesto en
su totalidad de 4 alas de elegante y sobria construcción moderna, de dos placas
con un total de varas de cañón con por ala con sus respectivos corredores y
balcones en los segundos pisos. Estaba enclavado en un predio inmediato
colindante con la ciudad de Diriamba a cuatrocientos metros del Parque Central,
de veinte mil varas cuadraras de extensión y a la orilla de pequeños bosques
circundantes.
Todo el edificio de
cemento armado (concreto) y taquezal. El plano del edificio fie elaborado sobre
las bases técnicas por el visitador de los Hermanos Rev. Apolinar Pablo, de
reconocida sabiduría y experiencia, y revisado para su resistencia y seguridad,
por el afamado ingeniero Assad Zogaib y construido bajo la dirección del
Arquitecto ingeniero Pedro M. G. castellanos. Tenía además un pabellón especial
para comedores de sesenta metros de largo por ocho de ancho y con amplio
corredor.
Ubicación
geográfica
El colegio estaba
edificado sobre una altiplanicie aireada constantemente a una altitud de 600
metros sobre el nivel del mar y colocado adecuadamente para las corrientes de
aire y para la abundancia de luz conforme a las exigencias educacionales
modernas. Gozaba de un clima fresco, sano y saludable, superior a la de la
propia ciudad de Diriamba, debido a su excepcional posición y su especial
altura.
Personal educativo
docente
Los mejores
educadores del mundo de fe católica en esa época eran -Los Hermanos de las
Escuelas Cristianas – tenían bajo su cargo la Dirección del Colegio, asociados
de un selecto profesorado nacional, y bajo la vigilancia inmediata de la
Sociedad Fundadora. Fue su primer director el Hermano Apolinar Pablo.
En 1940, el IPD abrió
sus puertas. Eran nueve hermanos Cristianos y destacados profesores
nicaragüenses los tenían a su cargo la labor docente del colegio. Se dio
especial importancia a la escogencia de los maestros figurando entre el
personal a los Hermanos Cristianos verdaderos sabios y apóstoles pudiéndose
aseverar sin temor a ninguna equivocación de que el colegio tenía el mejor
cuerpo de docentes de toda América Latina. Se hizo venir especialmente a un
personal selecto contando entre los hermanos ilustrados maestros de las bellas
artes, las ciencias y el deporte: Pintura, Teatro, Poesía, Gimnasia, Música,
Química, Física, Matemáticas, Agricultura, Fútbol, Judo, etc. Contaba el
colegio con un teatro moderno y extensos campos para jugar Fútbol, cancha
pavimentadas para el Basquetbol, y campo de Baseball.
En cuanto al
personal docente nacional se dio especial esmero en su escogencia bajo todos
los puntos de vista de la enseñanza más moderna de la época.
Mens sana in corpore sano
Este sabio principio
griego se puso en práctica en perfecta ejecución desde el comienzo de las
actividades del colegio. De la misma manera en que el colegio poseía abundancia
de frescura y de luz, se le dotó de abundante agua potable de pozo artesiano y
un sistema de cañerías moderno para apoyar la enseñanza científica moderna de
la agricultura en el campus. Para este efecto se impartían clases especiales
para la formación de técnicos en las diferentes ramas agrícolas como la
caficultura, la caña de azúcar, los cereales en general, la ganadería, etc.
Para los fines
agrícolas se destinaron parcelas apropiadas para la enseñanza teórica y práctica
de los cultivos e industrias principales del país, cuando así lo requerían los
padres de familia de los niños. El deporte jugó una prioridad en la educación integral de los jóvenes, habían extensos campos de fútbol, de baseball, canchas pavimentadas de basketbol, numerosas mesas de ping pong, etre otras disciplinas deportivas y artes marciales.
Llenaba así el
Instituto Pedagógico de Diriamba un doble propósito educacional de grandes
alcances para el país, pues al mismo tiempo que daba formación educacional al
niño, lo preparaba para el desarrollo de aquellas labores agroindustriales que
servirían de basamento a la economía nacional de la segunda mitad del siglo XX,
preparando una legión de hombres de disciplina y amor al trabajo para el
porvenir del país. El niño iniciaba desde su infancia el anhelo al trabajo, del
cultivo y de la producción agropecuaria en un plano de alto nivel científico.
Sin temor a equivocarme, me atrevo a decir que un bachiller del IPD de los años
50’s es el equivalente de nuestros días a un recién egresado de cualquier universidad
nacional hoy en día. Y que me corrijan si estoy equivocado.
Medioambiente
Situado el colegio a
la orilla de Diriamba, era esta ciudad su asiento social. En esa época,
Diriamba era poseedora de una sociedad de refinada cultura y bien cimentada reputación
en el país; gente amable y generosa; costumbres y modales sanos; vecindario de
trabajo y austeras costumbres; donde enormes capitales fueron formados por la
obra del trabajo honrado, fueron el ejemplo y el medio que rodearon a los
infantes que en un futuro fueron verdaderos constructores de pueblos prósperos.
En cada vecino propietario de Diriamba encontraba el niño un ejemplo que
imitar, cada campo cultivado le indicaba la ruta del trabajo, las sanas
costumbres de la población le servían de estímulo para su educación y porvenir.
«El medio ambiente» – a dicho un pensador – es el mejor libro de la formación
moral de la infancia.
Paseos pintorescos y
vías de comunicación
Sin duda alguna el
Departamento de Carazo, estaban llamados por su envidiable posición geográfica,
clima y vías de comunicación a ser el asiento de una entidad de enseñanza
superior a como lo fue el instituto Pedagógico de Diriamba. Diriamba estaba
rodeada de paseos pintorescos, tenía a su alrededor haciendas preciosas de café
como La Palmera, La Moca, El Carmen, El Paraíso, Venecia, La Providencia,
Versalles, La reforma, La Providencia entre otras fincas cafetaleras pequeñas y
medianas de encantador aspecto. Diriamba estaba situada cerca de las
poblaciones de Jinotepe, San Marcos, Masatepe, Dolores y múltiples valles y
caseríos. Estaba conectada con una magnifica carretera que en 1940 se estaba
pavimentando conectándose con la ciudad de Managua; y con no menos carreteras
con Jinotepe, Masaya, Granada, San Marcos, Masatepe, etc.
Un ferrocarril la
unía con el resto del país. Todas estas ventajas hacían que el IPD fuera el
mejor colegio del país, donde concurrirían niños de todos los departamentos de
Nicaragua, y resto de los países centroamericanos.
Los niños del norte,
Matagalpa, Jinotega, Ocotal, y Somoto encontraron en este Colegio portentoso el
lugar más adecuado, por la semejanza de clima con el propio clima, para ocupar
sus aulas en su futura educación por la conquista de sus bachilleratos.
Pensiones y derechos
El colegio
tenia tarifas accesibles a la mayor parte de las clases sociales medias y altas
del país con pensiones muy económica de la época. Aquí un extracto del costo de
la mejor enseñanza primaria y secundaria de Nicaragua y Centroamérica, hecho
que le garantizó su éxito por doquiera que se le viera.
Escuela Anexa “La Salle” y Hospital San José de Diriamba
Pero la visión de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de La Salle no
era solamente elitista, sino que también estaba dirigida para los hijos de la
clase trabajadora. Fue así que el principal impulsor de la construcción del
nuevo edificio de la Escuela La Salle el Hermano Hipólito.
Diriamba ha tenido personas de grandes valores que trabajaron y dejaron
obras que aún son de provecho para la comunidad. Son benefactores que la
juventud no conoce. Uno de ellos fue don José Ignacio (Nacho) González Montiel,
que hizo muchas obras, entre ellas el anexo del Instituto Pedagógico: la
Escuela Anexa "La Salle" y gran parte del Hospital San José de
Diriamba. Uno de ellos es don José Ignacio González, que hizo muchas obras, entre
ellas el anexo del Instituto Pedagógico: la Escuela Anexa "La Salle"
y gran parte del Hospital San José de Diriamba.
Un día llegó el hermano Hipólito donde don Nacho y le pidió ayuda para la
construcción de la Escuela La Salle para los niños pobres; don Nacho le
contestó que no le iba a ayudar, pero que sí les iba a hacer todas las aulas de
la escuela, para gran alegría del hermano y los niños pobres de Diriamba la
escuelita se construyó. Una vez terminada la obra, el hermano Hipólito ofreció
a don Nacho poner una placa con su nombre como donador de la escuela, lo cual
don Nacho no aceptó. Lo mismo sucedió con el Hospital San José, don Nacho donó
la construcción. La Escuelita La Salle ya desapareció y el Hospital San José
sigue atendiendo las necesidades de la comunidad y al frente de él están las
Hermanas Josefinas que trabajan con mucha entrega y buena voluntad para el bien
de los enfermos de la localidad.
El IPD fue destruido en 1973 por un terremoto. Sus ruinas nunca fueron
reconstruidas, hasta después de la revolución sandinista de 1979 fue
reconstruido ya no de la misma forma de antes, sino que se adaptó el edificio
donde actualmente aloja dependencias del Estado. La propiedad de más de 10
manzanas fue parcelada y distribuida a diferentes personas por el gobierno
sandinista de las décadas de los 80’s y los 2000’s
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*NOTA IMPORTANTE: Esta historia fue escrita y armada por Lolo Morales
González, exalumno IPD egresado de la XXVII Promoción de Bachilleres (1969).
Sus abuelos y bisabuelos maternos, D. Ignacio Baltodano Parrales y D. Marco
Antonio González Solórzano respectivamente, fueron socios fundadores de la «Sociedad
Esfuerzo Educacional Privado de Diriamba» y principales co-impulsadores del
proyecto educacional de lo que fue el Instituto Pedagógico de Diriamba,
contribuyendo con terrenos y capital para la realización de tan magna obra.
Lolo Morales González posee el registro histórico más completo en imágenes e
historia de lo que fie el Coloso de la Educación de Nicaragua: El Instituto Pedagógico de Diriamba. En la actualidad vive en Managua, es
empresario de la rama de industrial de muebles de madera conocida como Muebles
Lolo Morales, también es escritor y poeta. Tiene un blog done tiene registrada las
memorias del IPD en constante actualización: http://institutopedagogicodiriamba.blogspot.com/ Si usted es exalumno o descendiente de éstos y desea se parte de la
historia con deseos de contribuir al enriquecimiento de este blog, favor enviar
sus fotos del recuerdo, historias, fotos, memorias etc. al siguiente correo
electrónico: lolomorales@gmail.com